Ermita de Nuestra Señora de la Concepción

En noviembre de 1617, Marciana Grimón dotaba con treinta reales de plata esta ermita de Nuestra Señora de la Concepción, que ya tenía construida en sus tierras de Tigaiga.

Aquella sencilla construcción fue ampliada en varias ocasiones, configurando un edificio de una sola nave con presbiterio y dependencias anexas. En los años noventa del pasado siglo fue restaurada en su totalidad, con la incorporación de elementos pétreos a su fachada, desvirtuando la modesta tipología que presentaba anteriormente.

Entre los bienes que conserva, se encuentra la imagen titular de la Inmaculada Concepción, obra anónima del Setecientos, y las representaciones escultóricas de San José con el Niño (siglo XVII) y San Antonio Abad (siglo XX). En cuanto al patrimonio pictórico, en sus paredes podemos contemplar cuatro lienzos de santos franciscanos atribuidos a Cristóbal Hernández de Quintana (1651 – 1725), procedentes del convento franciscano de la localidad, y el hermoso cuadro de la Purísima Concepción, obra canaria de principios del siglo XVIII.