Monumento Natural de La Montaña de Los Frailes

La Montaña de Los Frailes es un pequeño cono volcánico, de color negro o pardo-rojizo y base circular, de 25,71 has. que constituye un elemento paisajístico singular en el marco del Valle de La Orotava.

De origen subhistórico (posiblemente del siglo XIII), según ha podido constatarse con técnicas de datación modernas, su origen es producto de erupciones relativamente recientes. Sin embargo, se muestra como un conjunto geomorfológicamente muy activo, aunque estabilizado, desde el punto de vista de grandes acontecimientos.

Su importancia tanto para el ámbito insular, como comarcal, viene determinada por tratarse de un hito de referencia paisajística dentro del Valle de La Orotava que sobresale, tanto desde el punto de vista topográfico, como por el estado de conservación de su cráter. Las pendientes que ofrece este Valle no son muy importantes, por lo que la Montaña de Los Frailes destaca de manera notable ya que se levanta hasta superar los 370 metros de altura.

Además, posee también un gran interés geológico y geomorfológico por su estructura y por formar parte de una pequeña cadena de tres conos volcánicos originados de forma conjunta, cuyas emisiones hicieron avanzar en su día la línea de costa de esta parte de la Isla.

El principal acceso a la montaña es una carretera secundaria que rodea el conjunto, a partir de la cual se alcanza un sendero que lleva a la Ermita de la Cruz.

En la cima del cono se halla un yacimiento que denota un uso pastoril desde etapas aborígenes hasta otras más recientes.

Este espacio natural protegido también ha sido el lugar escogido por los lugareños, para la práctica de usos y actividades tradicionales, de ámbito cultural y agrícola, que se traducen en la existencia de algunos cultivos dispersos por la zona y en una pequeña ermita situada en lo alto de la montaña.

Esta ermita presenta una tipología característica de los edificios religiosos del ámbito rural canario, de un único cuerpo y base rectangular, rematada con piedra en las esquinas y un dintel en la entrada principal. Hasta ella acuden cada 3 de mayo muchos lugareños para celebrar la ya tradicional romería, una fiesta cuyo origen viene marcado por un intento de solicitar lluvias, evitar plagas o agradecer buenas cosechas.

La antigua construcción que se encuentra en la base de la montaña, presenta un gran valor etnográfico y en la actualidad ha sido remodelada para albergar partes del complejo del Restaurante “El Monasterio”. En sus instalaciones pueden verse innumerables elementos de importante valor histórico como el lagar, la vía tradicional, la gañanía y la bodega, entre otros, además de disfrutar de unas impresionantes vistas del valle.