Parque Nacional del Teide

El Parque Nacional del Teide es la mejor muestra de ecosistema volcánico de alta montaña de las Islas Canarias y supone un espectacular paisaje de características únicas.

En él se localiza uno de los conjuntos de volcanes activos más grandes, más accesibles y mejor estudiados del mundo y está configurado como un destino geoturístico espectacular y mundialmente popular.

Está catalogado como Lugar de Interés Científico (LIC), Área de Sensibilidad Ecológica, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), posee desde el año 1989 el Diploma Europeo que concede el Consejo de Europa y forma parte, desde junio de 2007, de la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Geomorfológicamente, toda la estructura de la caldera y el gran estrato volcán Teide – Pico Viejo son de relevancia internacional, pero además, hay una gran variedad de elementos en forma de pitones, cuevas, domos, etc., que acrecientan el interés científico y la espectacularidad de esta zona. El Teide es un paisaje volcánico sorprendente, rodeado por la escarpadura desigual de Las Cañadas y un volcán central que convierte a Tenerife en la tercera estructura volcánica más alta del mundo.

En cuanto a su riqueza biológica, no se puede olvidar el alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.

El parque incluye además, hábitats amenazados como los hidropétricos, subterráneos,  que por su disposición y altitud se ven afectados anualmente, con distinta intensidad, por períodos de nevada, contribuyendo a mantener procesos ecológicos esenciales como es la recarga de los acuíferos. El paisaje del parque es, por su naturaleza, de los más estremecedores de las islas y constituye un poderoso atractivo para los millones de turistas que anualmente lo visitan, convirtiéndolo en el Parque Nacional más visitado del continente europeo.

El Parque Nacional abarca, además de Los Realejos, los municipios de La Orotava, San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Garachico, Santiago del Teide, Guía de Isora, Adeje, Vilaflor, Granadilla y Fasnia, perteneciendo a Los Realejos 79 de las 18.990 hectáreas totales, donde se incluye una zona eminentemente forestal representada por los pinares y la vegetación de alta montaña.

En 1798 se produjo la última gran erupción dentro de los límites del Parque Nacional, la que formó las llamadas Narices del Teide. Durante tres meses salieron 12 millones de metros cúbicos de lava por una grieta orientada en dirección noroeste-suroeste en las laderas de Pico Viejo, conocido también como Montaña Chahorra. Todavía hoy, el impresionante volcán aparentemente dormido, sigue imponiendo respeto a todos aquellos que llegan hasta él.