Realejo Bajo

El Realejo Bajo es el núcleo de mayor importancia artística de Los Realejos, pues conserva casi el 70% de todo su conjunto, de modo que en el año 2005 obtuvo la declaración como Bien de Interés Cultural (B.I.C.) en la categoría de Conjunto Histórico.

Su origen se debe al establecimiento de la hacienda de Los Príncipes y al Repartimiento de tierras y solares, por parte del Adelantado, para el asentamiento de los colonos que trabajarían sus tierras plantadas de caña de azúcar.

El centro de este núcleo lo constituye la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, de la que parten diversas calles que vienen definidas por sus acusadas pendientes, permitiéndonos contemplar todo su desarrollo y su repertorio arquitectónico. En ellas se elevan viviendas de los siglos XVII-XX, generalmente de dos plantas. Una referencia importante de la zona es el Hotel Rural Bentor, un perfecto ejemplo de como el turismo rural ha permitido la rehabilitación de casonas de interés histórico. Además, entre las más conocidas y significativas cabe destacar la casa parroquial, del siglo XVII con aportes de los siglos XVIII y XIX. Se construyó en la actual calle de El Cantillo de Abajo y cuenta con un hermoso balcón de fachada y una vigorosa galería que se apoya sobre pies derechos de tea. De la misma época es la casa de “doña Alfonsina”, en la calle Márquez, de sobria fachada con vanos de madera.

En las calles de don Guillermo Camacho y Pérez Galdós, La Acequia y La Alhóndiga, se alzan singulares ejemplos de arquitectura de los siglos XVIII y XIX, sin faltar los aportes modernistas, eclécticos e historicistas.

Formando parte del conjunto de la citada hacienda de Los Príncipes encontramos los edificios de La Parra Baja y La Parra Alta, ya incluidos en el medio urbano de El Realejo Bajo, que se remontan al siglo XVII.

Como representación de la arquitectura más reciente nos encontramos con el quiosco de la Plaza de la Iglesia, que sigue los esquemas establecidos para este tipo de edificación. Se elevó hacia los años 20 de la pasada centuria.