Hacienda de Los Príncipes

La hacienda de Los Príncipes fue establecida por Alonso Fernández de Lugo, adelantado de Canarias, quien tras la conquista de la isla se reservó las mejores y fértiles tierras de esta zona del valle de La Orotava.

Esta hacienda constituye uno de los elementos más representativos del patrimonio civil de Los Realejos, no sólo por su importancia histórica en el contexto de la evolución socioeconómica del norte de Tenerife, sino por su interés arquitectónico y por la configuración espacial y distribución de sus construcciones.

La importancia económica de esta casa favoreció la llegada de foráneos que, a modo de primeros pobladores, construyeron sus casas y crearon el primer núcleo urbano en la zona.

Es hoy un emblemático edificio, cuyos jardines fueron en el pasado la admiración de los viajeros. El primitivo edificio (siglo XVI), conoció notables transformaciones en siglos posteriores, ampliándose su volumetría. Aunque a la fachada principal se llega pasando el viejo portalón almenado, junto a la ermita de San Sebastián (siglo XVIII), se puede contemplar su desarrollo arquitectónico desde el viejo Camino de Icod El Alto, en dirección a Tigaiga. Presenta una galería balconada en su segunda planta y además del balcón que da al exterior, poseía dos miradores. De la primitiva fábrica apenas hay vestigios.

Contó con el primer ingenio azucarero de Tenerife, así como con molinos (aún en pie, a los que se llega subiendo por la calle de Los Molinos), lagares y estanques. Sus administradores – muchos de ellos, ingleses, franceses e italianos – destacaron en el ámbito social, cultural y artístico de Los Realejos.

Su nombre se debe a los Príncipes de Asculi, al haberse casado en Madrid una sobrina del cuarto Adelantado, doña Porcia Magdalena de Lugo, con don Antonio Luis de Leyva, tercer Príncipe de Asculi (Italia) y Marqués de Atela. No se sabe con certeza si los Príncipes visitaron alguna vez la hacienda.

En el año 2009 fue declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, si bien en 2013 se amplía su delimitación, al objeto de incluir en la protección, la totalidad de los elementos del antiguo sistema hidráulico que aún conserva.