Las normativas de abastecimiento de agua potable a la vecindad, surgidas a mediados del siglo XX, dieron lugar a que los ayuntamientos establecieran en los pagos y barrios una serie de chorros de toma de agua para que los vecinos se surtieran del líquido elemento.
Muchas fueron las pilas públicas que se radicaron en Los Realejos desde aquel entonces, quedando hoy en día algunos ejemplos en el municipio, como los de Tigaiga, San Vicente, El Mocán, San Benito, Palo Blanco, La Montaña, La Zamora o la Calle de La Pila, siendo el más interesante el localizado en la entrada del barrio de El Jardín.