La Semana Santa de Los Realejos es un cúmulo de tradiciones fraguadas en la fe y manifestadas cada año en cultos y celebraciones heredadas de siglos y que se combinan con las recientemente creadas, en una fusión que se caracteriza por una singularidad propia, marcada por la orografía del municipio y la multiplicación de parroquias que se van instaurando en cada núcleo.
Aquella Semana Santa de los siglos pasados, localizadas en las parroquias matrices del Apóstol Santiago y Nuestra Señora de la Concepción, se ha ido diversificando con la creación de las nuevas entidades parroquiales a lo largo del siglo XX, como las instauradas en Icod el Alto, La Cruz Santa, Palo Blanco, La Zamora, La Montañeta y el Toscal Longuera. En todas ellas tienen lugar celebraciones y cultos durante estos días.
La Semana Santa sigue siendo ese momento de encuentro de la población para asistir a las celebraciones en los templos o acompañar en las procesiones, así como una oportunidad única para el turista y el residente en otros municipios de la isla, para conocer la solemnidad y el despliegue de arte efímero que conlleva esta celebración.