Todo comenzó en 1497, cuando el portugués D. Alfons Velho planta los primeros viñedos de la isla de Tenerife en el paraje realejero de la Rambla de Castro. A partir de aquí se extienden por el resto de la isla.
Algo más de 500 años después, unas 100 hectáreas de viñedos aún persisten en Los Realejos, siendo mayoritaria la proporción de uva blanca, encontrándose en La Cruz Santa el verdadero centro neurálgico del sector. La excelente calidad de estas uvas hacen que el municipio esté considerado como la catedral del vino blanco entre los entendidos de todo el archipiélago canario.
Este vino, como el de todo el Valle de La Orotava, ha gozado de justa y merecida fama a través de la historia, dado que fue el primer centro vitivinícola de Canarias. En los siglos XVII y XVIII estos caldos eran exportados a Inglaterra y sus colonias, a Alemania, Holanda, y a la América española. Tal extensión alcanzaron sus viñedos que llevaron a decir al ilustre realejero José de Viera y Clavijo, que el Valle era un inmenso parral.
En la actualidad este sector está en alza junto al de la gastronomía, caracterizada por una amplia gama de establecimientos de restauración de todo tipo, aunque liderada, eso sí, por nuestros tradicionales guachinches, locales entrañables y típicos donde se puede degustar la mejor comida casera junto al vino de cosecha propia.
Los viñedos incluidos en la Denominación de Origen Valle de La Orotava, en la que se integra el municipio de Los Realejos, cuentan con un sistema de conducción único en el mundo, que implica una gran labor manual en todas las etapas de la vid, desde la poda a la vendimia y que hacen que el vino que resulta sea fruto de una labor puramente artesanal. Se trata del Cordón Múltiple Trenzado, una técnica que acompaña a los viticultores de la zona desde hace siglos y otorga a los vinos una singularidad especial.
Las variedades de uva que podemos encontrar en Los Realejos, si hablamos de uva blanca, son las siguientes: listan blanco con una proporción de más del 60%, albillo criollo, malvasía aromática, vijariego, moscatel de Alejandría, verdello y marmajuelo. Mientras, si hablamos de uva tinta: listan negro con casi el 22%, negramoll rosada, tintilla, vijariego negro, castellana, baboso negro y negramoll negra.
Sabías que…
- Los primeros viñedos de la isla de Tenerife fueron plantados en Los Realejos, en la Rambla de Castro, en el año 1497 por el portugués D. Alfons Velho. El sistema de cordón múltiple tradicional, que acompaña a los viticultores de Los Realejos y del Valle de La Orotava desde hace siglos, es una técnica de conducción única en el mundo.