El ganado porcino ha estado presente en las islas Canarias desde épocas prehispánicas. Sin embargo, el cochino negro canario actual, ha recibido influencias de razas porcinas europeas, principalmente de razas de la Península Ibérica e inglesas.
Este animal ha estado vinculado al medio rural y era frecuente su cría y el cebado de uno o varios de estos cochinos en las casas para el autoconsumo. De esta forma se convertía en el reciclador natural de la familia, aprovechando todos los restos orgánicos.
Aunque hace algunos años era muy difícil encontrar los productos procedentes de estos animales en el mercado, actualmente ya comienza a ser frecuente la presencia de carnes y embutidos, cuya calidad y sabor son muy apreciados por los consumidores isleños, en algunas carnicerías y restaurantes de las islas.
Oficialmente esta raza fue reconocida a nivel estatal mediante su incursión en los anexos del Real Decreto 1682/1997, de 7 de noviembre, por el que se actualiza el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España, catalogando el Cerdo Negro Canario con la categoría de Protección Especial, habida cuenta de su reducido número de ejemplares.
En los últimos años Los Realejos se ha convertido en un lugar de referencia para la cría del cochino negro, gracias al esfuerzo de un grupo de ganaderos que han continuado apostado por estos suidos.
Sabías que…
- La figura del cochinero o vendedor ambulante de cochino ha desaparecido en su vertiente más tradicional, cuyo reducto más significativo y emblemático se localiza en Los Realejos. Se trata de un oficio propio y único de Icod el Alto. Hasta la década de los setenta del pasado siglo se podían ver atravesando la cumbre desde las medianías rumbo al Sur de Tenerife con su mercancía a lomos de caballos o mulos, a buen recaudo en cestas de castaño, denominadas raposas, con capacidad para 16 marranos o crías de cerdo. Cada año, por el mes de marzo, se revive la tradición en torno a este oficio en el paso de la cumbre.