La romería regional de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, declarada de interés turístico, constituye el culmen de las fiestas de mayo y el día grande de las mismas.
Es donde las señas de identidad del pueblo se ejemplifican en la explosión multitudinaria de participantes, de grupos folclóricos, especialmente los que vienen de cada una de las siete islas, de carrozas ornamentadas, carretas arrastradas por bueyes, pivas engalanadas, y grupos de magos y magas al son de la música folclórica que recorren los dos kilómetros que tiene el recorrido romero.
Durante el paso de la romería, las carrozas y carretas reparten a los visitantes productos típicos, como huevos guisados, papas, gofio amasado, plátanos, carne asada y buen vino, entre otros.
Ese día se concentran en el municipio miles de personas, entre participantes y público, turistas y residentes, para disfrutar de las más de seis horas que suele durar el recorrido. Una vez finalizado, la fiesta continúa en las calles, con verbenas y musica bailable.
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