En el mes de julio, la cita más importante tiene lugar en el Santuario del Carmen, donde la imagen de Nuestra Señora del Carmen, obra genovesa proveniente del taller de Antón María Maragliano en 1726, se convierte en el centro del culto religioso de todo el Valle de La Orotava.
Se trata de unas fiestas en las que el apartado religioso copa la mayor parte del programa de actos, aunque el devenir festivo ha ido marcando unos determinados hitos dentro de la fiesta.
Su dimensión cultural siempre ha estado presente, con el pregón, teatro, exposiciones y ciclos de conferencias, sin faltar la música de todos los estilos y tendencias, así como las competiciones deportivas, los juegos infantiles, cabalgatas, batallas de flores y un largo etcétera que copan todo el mes de julio.
Sabías que…
Cada año se revive una tradición que se remonta al siglo XVIII y que hace que los marineros del Puerto de la Cruz saquen en procesión a la Virgen del Carmen por las calles realejeras. La procesión de los marinos es uno de los actos más multitudinarios de todo el programa de fiestas.
De entre toda su programación, la nota más destacada de la fiesta la encontramos en la procesión de la Octava, donde la imagen es llevada a hombros por los marineros del Puerto de la Cruz, que entre aclamaciones ruidosas y hasta irritantes a su Patrona, le demuestran su devoción bajo el torrente del griterío.