Elaboración de pastelería artesanal, dando prioridad a los productos locales.

Elaboración de pastelería artesanal, dando prioridad a los productos locales.
La actividad de esta pastelería se centra en la elaboración de dulces tradicionales, tales como pasteles y dulces de hojaldre, bizcochos, rosquetes horneados, merengues y dulces de huevo.
Sin embargo, aunque la producción se mantiene durante todo el año, es significativa la gran relevancia que el pastel (dulce, seco y crujiente), tiene durante la época de Navidad, es por ello, por lo que la población asocia la producción y elaboración de este producto a la época navideña.
Esta empresa se basa en su formación en el aprendizaje del oficio en los talleres familiares, donde tradicionalmente se trasmiten los conocimientos de generación a generación.
La pastelería, con el paso de los años, ha permitido el mantenimiento de parte de nuestra cultura y costumbres, facilitando que las nuevas generaciones conozcan y valoren una actividad tradicional que ha mantenido viva durante mas de ciento cuarenta años.
La Pastelería Abuela Mercedes obtuvo el Premio de Gastronomía 2004 a la mejor repostería, que convoca anualmente el prestigioso medio de comunicación Diario de Avisos.
Fabricación propia y distribución de todo tipo de pan. Disponemos de pan precocido y refrigerado.
Productos de bollería, pasteles, dulces y tartas.
Servicio de envío para bares, restaurantes y supermercados.
Servicio a domicilio para particulares.
La Panadería El Jardín se ha hecho famosa, por encima de todo, por sus rosquetes de guayabo.
Hoy también los elaboran con sabor a naranja, chocolate y otros sabores.
Todo el proceso es artesanal, lo que imprime al producto un sabor inconfundible.
Esta pastelería nace en 1988, en la zona de El Toscal, fruto del esfuerzo de una familia de tradición pastelera y panadera, empeñada en ofrecer un producto de gran calidad a sus clientes basado en la pastelería tradicional.
Actualmente cuenta con cuatro establecimientos repartidos por Los Realejos (El Toscal y La Montaña), Puerto de La Cruz y La Orotava. A pesar del paso del tiempo ha seguido conservando su carácter familiar, incorporando ya a la segunda generación, pero caminando con firmeza hacia el futuro, con nuevas creaciones y productos, apostando por la innovación, la renovación y el aprendizaje continuo.
De todos son conocidos sus “best sellers”: los rosquetes de naranja o de guayabo, y sus pasteles de hojaldre también con dos opciones de relleno, con guayabo o con cabello de ángel, infalibles para cualquier paladar y ocasión como sucede con todos los grandes clásicos.
Pero no por ello ha dejado de ir añadiendo sucesivamente nuevos artículos y productos del mundo de la pastelería, confitería y panadería, como son los “macarrons” con siete rellenos diferentes, la incorporación de nuevos sabores a sus tartas y pasteles, desde el pistacho al maracuyá y nuevas texturas, como los crujientes y mousses.
El Relieve siempre ha apostado por incorporar a sus productos los mejores ingredientes. Un producto de calidad surge de unos ingredientes de calidad. De la misma manera que cuida el aspecto de cómo el producto llega a sus clientes, desde la concepción misma de sus establecimientos hasta el interés continuo por lograr unas presentaciones singulares y acordes a su tiempo.
Situada en la Cruz Santa, esta dulcería ofrece una gran variedad de productos. Desde tartas para celebraciones de bodas, comuniones o cumpleaños hasta un sinfín de dulces con los que saborear una tarde cualquiera de la manera más especial.
Producción artesanal de pasteles de hojaldre, bizcochos, rosquetes y tartas borrachas, con tradición desde 1889.
Pastelería Paula acerca a nuestros tiempos recetas tradicionales creadas en cocinas y lumbres de conventos de la isla de Tenerife hace más de un siglo, y que han sido transmitidas de forma oral y familiar a lo largo de varias generaciones.
Apuestan por mantener la esencia de aquellas recetas ancestrales, a la vez que trabajan aplicando las técnicas más innovadoras para mejorar la calidad de los dulces elaborados.
Para ello, siguen un minucioso proceso artesanal que comienza con una cuidadosa selección de las materias primas que emplean, como la harina, el huevo, la manteca y la guayaba. Posteriormente, manos expertas elaboran la masa en el obrador para continuar con la esmerada cocción y el refinado envasado.
Así, y sin el empleo de aditivos ni conservantes, se obtienen sus tan conocidos dulces. Un producto artesanal y natural con una textura, color y sabor únicos.
La Pastelería Paula obtuvo el Premio de Gastronomía 2004 a la mejor repostería, que convoca anualmente el prestigioso medio de comunicación Diario de Avisos.